Martina la Vikinga Guerrera llevaba muchos años queriendo venir a este mundo.
Y por fin lo consiguió .
Pero Martina tendría que ser fuerte y encontrar su lugar.
Tenía dos hermanos con grandes personalidades:
Su hermano Hakon era fuerte y muy querido por todos, no tenía miedo a nada, sería un gran guerrero.
Y su hermana Herboga tenía una belleza espectacular, todos quedaban prendados de su hermosura al pasar.
El pueblo estaba expectante con la llegada de Martina, sabían que ella sería especial.
Su nacimiento celebró con los honores propios de una gran princesa, durante sesenta días y sesenta noches.
El pueblo bailaba y cantaba, se había borrado todo rastro de amargura, sus caras irradiaban felicidad … ¡Todos eran felices!.. bueno …todos … menos su abuelo Æsir, cuyo rostro se ensombreció.
Creció siendo una niña muy feliz, la adoraban, su sola presencia les llenaba de paz.
Desde pequeña miraba con curiosidad una pequeña y misteriosa cajita que colgaba del cuello de su abuelo, pero no hacía cómo los demás , que lo atosigaban con miles de preguntas. Conocía muy bien a su abuelo, mantenían una relación muy especial. Estaba segura que algún día le contaría la historia, solo tenía que esperar.
Cuando cumplió 15 años, su abuelo Æsir la llevó por última vez de paseo, y con lágrimas en los ojos empezó a contarle la historia de la maldita caja:
…Hace miles , miles de años, los seres humanos eran felices , no tenían miedo a nada.Vivían en armonía. En el momento que algún peligro los amenazaba, se unían para luchar juntos . Sabían que era la única forma para hacer frente a cualquier peligro y salir victoriosos.
Pero un día llegaron : la envidia, la avaricia y la maldad y como una sombra se fueron extendiendo… apoderándose de sus corazones.
Un pequeño grupo consiguió escapar. Permanecieron ocultos en una pequeña aldea en las montañas y durante siglos consiguieron sobrevivir. Pero aún no eran lo suficientemente fuertes cómo para enfrentarse a la oscuridad.
Tenían la esperanza que algún día volviese la Paz, esperaban impacientes que llegara de nuevo la Felicidad. ¡Y el momento había llegado!…
Su abuelo abrió la caja , sacó una pequeña llave y se la entregó a Martina.
Ella era la elegida para ser la portadora de la llave de la Felicidad, debía cumplir una difícil misión:
¡ Abrir los corazones de los seres humanos para que brotase de nuevo la Felicidad !
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